De mi muro de Facebook, 31 de marzo de 2016
(So, Mr. President Obama, you please open the door… o me tiro por la window)
Convengamos, queridos, al menos, en lo siguiente: Advertidos estamos de que Barack Hussein Obama es el presidente de Estados Unidos de América, EE. UU., USA, EUA, «el yuma» o como queramos llamarle, y como tal representa determinados intereses; ingenuo sería pensar otra cosa, de él y del presidente que sea…
Pero «el tipo» (lo que protocolarme sería el Sr. Presidente) nunca mandó a nadie a olvidar la historia. Escuché el discurso (y antes la conferencia de prensa) en el streaming en inglés de la Casa Blanca (a pesar de que tenía como diez minutos de retraso, who knows why), porque oirlo con traductora me parecía insoportable.
Mi spoken English no es el mejor, pero mi listening alcanza para entender que el tipo dijo clarito: «I know the history, but I refuse to be trapped by it». En mi traducción libre: (Yo, Barack Hussein Obama,) conozco la historia (de las relaciones Cuba-EE.UU.), pero me niego a quedarme atrapado en ella.» …Si eso es lo que le reprochan, díganle a Raúl y a Josefina Vidal que cierren la trocha y desmonten el escenario del deshielo, porque es justo de eso de lo que se trata todo esto: de avanzar, de no quedarse atrapado, ¿o no? Entretanto, que yo sepa, el «procesamiento del pasado» (ese «process of coming to terms with the past» que los alemanes conocen mejor y más dramáticamente que nosotros y llaman «Vergangenheitsbewältigung»), al menos en lo que a la escala gubernamental respecta, sigue sobre la mesa de negociaciones: embargo/bloqueo, nacionalizaciones/indemnizaciones, fugitivos de la justicia, etc., etc., etc… ¿O no?
Cuando leo (el tono de) algunos reproches, me pregunto, sinceramente por las expectativas de quienes escriben. No logro adivinar muy bien qué esperaban, sobre todo después de ver a «un tipo» que más humilde no pudo tratar de mostrarse. ¿Que fue, es y será todo teatro? ¿Puro teatro? ¿Y muy bien asesorado y montado? Pues claro. De eso va toda, o muy buena parte de la política, de la alta política al menos. Una veces mejor y otras peor montada.
De la peor montada y asesorada también tuvimos muestra en estos días, en paralelo. ¿O es que nadie se imaginaba que la prensa extranjera le haría a Raúl un par de preguntas incómodas? ¿No pudo Josefina, que tanto temple me pareció tener en el camino hasta aquí, darle un par de consejos al general-presidente? ¿No podía Raúl, si tan convencido está de tener la razón, de no tener presos políticos y de respetar los 47(?) del total de 60(?) indicadores de derechos humanos de la ONU que le es humana y políticamente posible (nos los dejo de tarea: http://www.ohchr.org/…/Publi…/Human_rights_indicators_sp.pdf), defender su postura con mayor serenidad y menos nerviosismo? ¿No pudo, como decía un amigo, pedir una lista para revisar que las personas aludidas como presos políticos no estuviesen en prisión, o estuviesen después de haber sido sometidos al debido proceso y haber sido condenados o estar en proceso de serlo por haber cometido un delito; en vez de pedir una lista para «soltarlos», de forma tan arbitraria como −la propia afirmación de Raúl sugiere que− pudieron haber sido detenidos)? No respondamos, please, convengamos en que queden como preguntas retóricas y volvamos a Obama, que es hacia quien se dirigen los reproches (pues para reprochar a los dirigentes del patio parece que aún tenemos que entrenar mucho y muy fuerte, a ver si se nos da).
Leo y releo y me pregunto: ¿qué querían: que «el tipo» viniera y dijera: «Gente, tremenda talla eso del socialismo con libreta que tienen ustedes aquí, me cuadra eso del partido único y más lo de los medios-órganos-oficiales-del-partido y el ‘pueblo enardecido’ de respuesta rápida ante cualquier salida del tiesto político del más pinto de la paloma. Me cuadra, vaya, ya tú sabe'» …
Pues no, dijo lo más comedido que pudo decir un tipo funcional al sistema como él, tragándose un patriotismo que se lo come como se come a todos los ‘americanos’ (igualito que a nosotros los cubanos, aunque con otro soporte material y/o moral de respaldo): «let me tell you what I believe. I can’t force you to agree, but you should know what I think…» Y desde esa altura: se tiró pa lo hondo… punto por punto. Para luego rematar: «Now, there’s no secret that our governments disagree on many of these issues. I’ve had frank conversations with President Castro. For many years, he has pointed out the flaws in the American system — economic inequality; the death penalty; racial discrimination; wars abroad. That’s just a sample. He has a much longer list. (Risas.) But here’s what the Cuban people need to understand: I welcome this open debate and dialogue. It’s good. It’s healthy. I’m not afraid of it.» (Más, sin traductor, aquí: https://www.whitehouse.gov/…/remarks-president-obama-people…)
Entonces, queridos: si el comandante en jefe (sí, porque Obama, ya saben, también es el comander-in-chief) del «imperio brutal» puede aceptar o hacer como que acepta la crítica y dar la bienvenida al debate, a un debate respetuoso (porque nadie puede decir que no trató todo el tiempo, con todas las fuerzas del teatro diplomático people-to-people y government-to-government, de mostrarse respetuoso), ¿por qué nosotros / ustedes / políticos / periodistas / blogueros / intelectuales-de-toda-laya / cubanos-de-a-pie / etc. no? ¿No queríamos jugar a la #BatallaDeIdeas? Pues empecemos, tal vez, por aprender o hacer como que aprendimos inglés; sí, con aquello de «Tom is a boy and Mary is a girl», o «Tom is a girl and Mary is a boy», o «pen, pencil, ruler», o «whatever», lo que nos de la gana, vaya, como hizo Mr. President, insistentemente, con el español del «qué bolá» y la «rosa blanca».
So, let´s tighten the butt and cycle, que here we go!
;-)