En Alemania, la vida corre de prisa. Y nosotros detrás. O delante. Las mujeres, cuando se acercan a los 40, corren más rápido. Se apuran. Tienen un hijo, o dos. O ninguno. Por que en realidad no quieren. O porque ya no pueden. El trabajo. El reloj biólogico. La falta de contraparte en el empeño.
Nosotros, a veces, fotografiando el atardecer junto al Rin, nos tomamos un descanso y dejamos que la vida corra sola.
Ayer fue un día de esos. Cuando se había ocultado el sol, los mosquitos comenzaron a acampar y nosotros, a retirar nuestras mantas de la hierba.
Un “mini yo” de rizos encrespadísimos y piel mezclada pasó a nuestro lado. Theo Ernesto, nos dijo su madre. Cubana.
Theo tiene dos años. Diez, lleva su madre en Alemania. 13 con Fabian, el padre de Theo. Alemán.
Ella cumplió los 40 sin hijos. No podía, nos cuenta, no salía. Hizo tratamiento, pienso. Me fui a Cuba, me corrije.
Hice un montón de brujería. Fui hasta El Cobre. Y le dije a la virgencita: si me das un hijo te traigo un ramo de girasoles de mi tamaño. Dice y pone su mano a la altura de la cabeza.
Cuatro meses después estaba embarazada.
Y pa´llá fui, con mi ramo de girasoles de mi tamaño. ¡500 pesos! Pero mira lo que tengo.
A que virgencita hay que ponerle girasoles para tener una mini-rosita??? Yo quierooo!!
Jejeje, a Cachita, la Virgen de la Caridad del Cobre, En su santuario de Santiago de Cuba ;-)
La Virgen del Cobre puede con todo!
Un beso!
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