Berlín pelea por estatuas de Marx y Engels

Por: Esteban Engel (dpa, 19.01.2012)

Karl Marx y Friedrich Engels bajo la nieve de Berlín-Alexanderplatz

Uno sentado, el otro de pie: Carlos Marx y Federico Engels desafían los tiempos actuales a la espera del fin del capitalismo en el centro de Berlín, muy cerca de la conocida Alexanderplatz. Pero la estatua de los precursores del comunismo podría desaparecer a instancias un ministro del gobierno de Merkel.

El titular de Transporte, el socialcristiano Peter Ramsauer, causó revuelo con la propuesta de desterrar a los pensadores comunistas de su actual ubicación, justo detrás del Palacio Real de Berlín, y confinarlos al cementerio y memorial donde están enterrados los líderes Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. El cementerio al que peregrinan todos los años los izquierdistas de Alemania es de por sí «una especie de centro de restos socialistas», comentó con sorna.

«Desmemoriado» y «populista» fue llamado el político de la Unión Socialcristiana de Baviera. «Llevar las estatuas a Friedrichsfelde para convertir el memorial en una especie de reducto para socialistas no es la respuesta adecuada», se quejó el ministro de Cultura de Berlín, André Schmitz. Dijo que la estatua es expresión de «una época de la historia muy determinada» y debería ser conservada dignamente. El ministro de Desarrollo Urbano de Berlín, el socialdemócrata Michael Müller, fue más categórico: «El palacio y el monumento tienen lugar uno al lado del otro».

Palacio real sí, estatua de comunistas no

Para el director de la ex cárcel de la policía política comunista Stasi en Hohenschönhausen, Hubertus Knabe, ha llegado la hora de la mudanza. «No puedo más que secundar al señor Ramsauer. Cuando se sabe cuánta gente ha sido asesinada en nombre de Marx y Engels, un monumento de este tipo pierde automáticamente la razón de ser».

Para Knabe, muchos visitantes de Berlín se preguntarán y con razón por qué Alemania sigue honrando a los ancestros de la dictadura de la Alemania Oriental. La estatua pertenece verdaderamente a los pocos monumentos de los héroes de la RDA en Berlín. En 1991 desapareció en el barrio de Friedrichshain un busto gigantesco de granito del fundador de la Unión Soviética Vladimir Ilich Lenin.

El monumento a Marx y Engels fue colocado tres años antes de que cayera el Muro de Berlín, en 1989. El escultor Ludwig Engelhardt creó una estatua de los autores del «Manifiesto comunista» de cuatro metros de alto. Por los trajes que llevan puestos, en Berlín oriental se los conocía como «Sakko und Jacketti» («Sakko» y «Jacke» significan chaqueta en alemán y el juego de palabras recuerda a los anarquistas italianos Sacco y Vanzetti).

El ministerio de Transporte aclaró que su titular no se opone a la estatua, sino que cree necesario devolver su aspecto histórico al entorno del Palacio Real de Berlín, que está siendo reconstruido.

A la una, a las dos…

Desde la caída del Muro y la implosión del comunismo, se han alzado una y otra vez voces que demandan el destierro de la estatua. En 2010 fue mudada unos metros por la construcción de una línea de metro. Desde entonces, los pensadores comunistas miran hacia el oeste.

Carlos Marx (1818-1883) quizás se hubiera agarrado la cabeza por tanta polémica en torno a su cercanía del palacio prusiano. A los propietarios los supo llamar «príncipes de mierda» y «prusianos pulguientos» y les vaticinó el posterior ocaso.

(Tomado de dpa, 19.01.2012 y editado para la web)

4 Respuestas a “Berlín pelea por estatuas de Marx y Engels

  1. ¿Pero qué culpa tienen Saco y Jaqueti, digo, el tío Marx y su socio Engels, de los horrores del comunismo estalinista en Europa del Este? Deberían demoler entonces el Palacio Real, porque de seguro los reyes tampoco eran unos santos. Eso se llama mezclar los frijoles con el helado de fresa.

  2. Sí, escuché sobre esta discusión sobre la reconstrucción del Palacio Real y veo una vez más la capacidad que tenemos para la nostalgia.
    La polémica recuerda el modo en que se vacían de espesor los discursos, los sentidos (y las esperanzas): simplificación, etiquetación, identificación de una cosa con algún otro aspecto oscuro y odioso al que se le puede asociar. El mecanismo apela a las emociones (negativas) de la gente; nunca a la argumentación, la discusión y mucho menos a la utopía.
    Lo peor es que esto pueda seguir ocurriendo, a pesar de ver las barbas del vecino arder…!

  3. No les extrañaría de cuantas partes lo desterraron, por eso siguen vivos. por mas que los quieran enterrar.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s